El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Las articulaciones se ven muy afectadas por el exceso de peso, sobre todo las que soportan el peso corporal como la zona lumbosacra de la columna vertebral, la cadera, rodillas o tobillos.
Debido al escaso ejercicio que realiza, la persona obesa presenta una disminución en la nutrición del músculo, lo que produce una disminución del tono muscular, poca resistencia y poca flexibilidad. Ésto, añadido a las diferentes alteraciones de las estructuras articulares, incrementa la alteración biomecánica de la persona.
En diferentes estudios se ha determinado que hay una relación directa entre el dolor y la obesidad y que al reducir de peso del cuerpo el dolor disminuye, sobre todo en los casos de dolor lumbar y de rodillas debido a la constante sobrecarga a la que estaban sometidas estas estructuras mientras que la persona tenía sobrepeso u obesidad.
A nivel de la osteoartritis, con diferentes técnicas de fisioterapia se puede ayudar a mejorar la movilidad de las articulaciones rígidas y su fortalecimiento muscular. Con técnicas de masoterapia también se puede ayudar a aliviar el dolor a corto plazo.
Como prevención, se aconseja no sobrecargar una articulación dolorosa tanto en el trabajo como en las distintas actividades físicas, fortalecer los músculos que recubren las articulaciones que más peso soportan (cadera, rodilla, tobillo) y evitar el sobrepeso y la obesidad.
A nivel de obesidad, en general el fisioterapeuta diagnostica las alteraciones del sistema musculoesquelético debido a que el sobrepeso produce limitaciones funcionales en la movilidad articular, dolor, etc, para después mediante diferentes métodos mejorar las estructuras articulares permitiendo al cliente lograr mayor autonomía y mejorar su calidad de vida. El fisioterapeuta forma parte del equipo multidisciplinar, que incluye dieta y ejercicio físico, para la recuperación de este trastorno.